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"Durante algún tiempo, en cada ciudad del norte había una sucursal bancaria nuestra", Walter Bosch, maestro carpintero y fundador.

Creciendo juntos. Así es Walter Bosch GmbH.

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08.03.2020   |   Rühlingstetten   |   Alemania

  • El elemento principal es una KFL 610 profiLine (actualmente EDGETEQ S-800) con retorno automático.
  • El equipo de Walter Bosch GmbH.
  • "Bosch y HOMAG son como hermanos para mí", Norbert Bosch, maestro carpintero y gerente.

Del Jagst al Atlántico

En 1954, Walter Bosch fundó una carpintería clásica especializada en muebles y ventanas. Nueve años más tarde, pasó a centrarse en el sector financiero y, durante décadas, la empresa se dedicó principalmente a las obras interiores y los equipamientos completos para bancos. Walter Bosch creció de la mano de las instituciones financieras y HOMAG. Sin embargo, llegó la crisis y empezaron a especializarse en mobiliario para hoteles y equipamientos en general. Norbert Bosch se puso al mando en 2002. Hoy en día, el segundo pilar de esta empresa es la producción de piezas individuales tanto para la industria del mueble como para los compañeros carpinteros del sector pyme. Realizan envíos desde el mar Báltico hasta Milán y desde Zúrich hasta la frontera con Polonia, pero lo que más les enorgullece según Johannes Käser, experto en preparación del trabajo, es haber llegado a EE. UU. Norbert Bosch cuenta con 30 empleados, de los cuales 25 se dedican a la producción con tecnologías de vanguardia. Es evidente que su parque de maquinaria no es el típico de una empresa del sector pyme, pero contiene lo imprescindible para Norbert Bosch. Al fin y al cabo, lo que más desea es poder producirlo todo por su cuenta para poder hacer frente a sus propias exigencias de calidad y satisfacer a los clientes, un motivo más que lógico para que incluso las hojas de sierra de Rühlingstetten se afilen todos los fines de semana en una máquina CNC específica.

Los cantos fueron lo primero

En 1964, la máquina para encolar cantos número 6 de HOMAG sentó las bases de su éxito. "Mi padre compró una de las primeras máquinas para encolar cantos de Hornberger en la feria de Hannover. Por aquel entonces, todos pensaban que estaba loco", cuenta Norbert Bosch entre risas. 56 años más tarde, únicamente utilizan máquinas HOMAG en la producción: desde el serrado hasta los cantos, pasando por el mecanizado CNC. El elemento principal es una KFL 610 profiLine (actualmente EDGETEQ S-800) con retorno automático. A la pregunta de si la máquina es demasiado grande para una carpintería, Norbert Bosch simplemente responde: "La gente me considera un loco de la tecnología, pero es lo que debo ser".

Antes socios, ahora amigos

Sin embargo, para el maestro carpintero la tecnología no lo es todo en una máquina. Lo principal es el servicio que ofrece. No podemos olvidar todos los años de contacto personal ni la cercanía con Schopfloch, que han hecho que la relación comercial vaya a más. "Ahora somos mucho más que socios, somos amigos", confiesa Bosch.

La evolución del sector pyme

En 2010, Norbert Bosch decidió digitalizar su producción. "Cambiar no tiene por qué ser malo, por ejemplo, la aplicación ServiceBoard es fantástica. Todo el sistema debe crecer sin parar, o la empresa se estancará". La decisión se puso en práctica introduciendo el sistema de control de producción ControllerMES de HOMAG. El objetivo es llevar la producción, moderna de por sí, a otro nivel en lo que a capacidad y calidad se refiere sin tener que trabajar horas extra. "Sin embargo, la digitalización no debe ocupar el lugar de los empleados. No queremos sustituir a nadie. Si hay algo que la máquina puede hacer mejor, nuestros empleados tendrán más tiempo para dedicarse a cosas que las máquinas no pueden afrontar". Sin embargo, la creciente interconexión no solo tiene un impacto económico. Con la digitalización, Norbert Bosch quiere conseguir que los jóvenes se interesen por el sector pyme de la carpintería de forma que la escasez de mano de obra especializada no suponga un problema para la empresa alemana.

La nueva generación

El maestro carpintero ha conseguido mucho, pero aún le queda bastante: "Pararse es retroceder y nosotros siempre miramos hacia delante. Ya sabemos cuáles van a ser los próximos proyectos que queremos llevar a cabo con HOMAG". Naturalmente, también es motivo de alegría para Patrick, el hijo de Norbert Bosch. Como el flamante maestro carpintero que es, trabaja en la empresa familiar y su destino no es otro que continuar con lo que su abuelo empezó.

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Metodología de trabajo de los compañeros

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